sábado, 17 de marzo de 2012

Decálogo Warhammer 40.000 para jugadores novatos

A modo de introducción


Iniciarse en un juego nunca es fácil. Hay que hacer una inversión económica inicial, aprenderse las reglas, y en el caso del Warhammer 40.000 montar y pintar las miniaturas. No deja de ser sorprendente que a pesar de esas dificultades, los juegos de Games Workshop sean tan populares. El apoyo por parte de los que estamos en los puntos de ventas es fundamental. A pesar de lo atractivo que es el producto desde el punto de vista estético, no basta con exponerlo. Es necesario un alto grado de implicación para que una persona decida que desea dedicar muchas horas de su tiempo libre a coleccionar, pintar y jugar al Fantasy, 40.000 o El Señor de los Anillos.


Esta entrada está pensada para jugadores que se están iniciando en el hobby del Warhammer 40.000. Los jugadores veteranos pensarán que algunos consejos son de perogrullo, pero al jugador novato creo que le pueden ayudar.

1. Amarás tus vehículos sobre todas las cosas (al menos en esta edición de las reglas)


Excepto si eres un jugador tiránido, que no tienen vehículos, lo mejor que puedes hacer es no llevar "andando" a tus soldaditos. Piensa que mientras estén dentro del vehículo tu oponente no podrá elegirlos como objetivo, sino que antes tendrán que destruir el transporte. Tampoco podrán asaltarlos estando dentro del vehículo. Cuando tienes delante una unidad especializada en combate cuerpo a cuerpo, la mejor forma de proteger a tus tropas es tenerlas dentro de un transporte blindado.

2. ¡No dejes a tus vehículos estáticos!


Si has seguido el consejo anterior y has incluido suficientes vehículos de transporte en tu ejército, recuerda moverlos. Especialmente si ves que hay unidades enemigas que pueden asaltarlos. Esto sirve para todo tipo de vehículos. A uno que se ha movido 15 cms al menos sólo le impactarán con tiradas de 4+ mientras que si has movido más le impactarán a 6+, lo que incrementará todavía más sus posibilidades de supervivencia. Un vehículo sólo tiene que quedarse parado si no le queda otro remedio, la oportunidad de disparar todas sus armas es demasiado jugosa para dejarla pasar o no existe ninguna amenaza inmediata.

3. Usa bien la cobertura y el cuerpo a tierra


El Cuerpo a Tierra es una regla que muchos jugadores olvidan, pero es tremendamente útil si juegas a la defensiva. Incluso si estás en campo abierto te da una tirada de salvación por cobertura de 6+. En terreno que proporciona cobertura la mejora en 1 punto. Unos marines espaciales en terreno que da cobertura se pondrían en una tirada de salvación por cobertura de 3+; y si es una unidad que además tenga la regla especial Sigilo, esa tirada de salvación pasa a ser de 2+. Eso implica que tu oponente se verá obligado a asaltarla si quiere capturar la posición en la que se encuentra. Para defender bases u objetivos es una táctica perfecta.

4. No caigas en la tentación del "overkill"


Entendemos por "overkill" cuando usas una potencia de fuego/combate tan gigantesca que te sobren dados para acabar con tu oponente. Una de las tentaciones más difíciles de resistir es la de crear unidades que sean tan brutales que prácticamente garanticen un "overkill" cuando atacan. Por lo general es una forma muy poco eficaz de usar tus tropas. Un caso típico es el de Lord Kaldor Draigo y una escuadra de paladines de los Caballeros Grises, o un arconte eldar oscuro y una escuadra de íncubos, o un caudillo orko y una escuadra de nobles dopados hasta las cejas, de equipo. Cualquiera de ellos aniquilará a cualquier otra unidad, excepto si es tan potente como ellos mismos, en cuyo caso ganará el que tenga más suerte. Pero sólo pueden estar en un sitio al mismo tiempo, lo que significa que excepto que las enfrentes a una unidad igual de potente -y ya sabes el riesgo que eso implica- estarás malgastando tus puntos. Por sí misma la unidad se basta y se sobra contra la mayoría de los oponentes, así que es preferible que al líder lo unas a otra tropa más débil. Por ejemplo, si unes al arconte a una escuadra de guerreros estarás convirtiendo una unidad normalita en una amenaza muy seria; mientras tanto tus íncubos podrán ir repartiendo estopa por su cuenta.

5. ¡¡Léete las reglas con atención!!


Si hay algo que no deja de asombrarme es cuánta gente pretende jugar y además ganar ¡¡sin haber abierto siquiera el libro de reglas!! En el mejor de los casos tu oponente es un jugador veterano que está dispuesto a guiarte durante la partida en lo que se refiere a las mecánicas básicas del juego, pero serás incapaz de apreciar las sinergias entre las distintas unidades y desaprovecharás muchas oportunidades de juego. En el peor, tu adversario se aprovechará de tu ignorancia para darte una buena paliza. Aunque en muchas tiendas se pueden jugar partidas introductorias no olvides que éstas no son un sustituto de leerte las reglas. No seas vago y tómate la molestia de hacerlo. Verás como tu juego mejora exponencialmente.

6. Conoce bien a tu ejército


Está relacionado con el anterior punto. He visto gente que se pone a coleccionar un ejército antes de comprarse el códex. Es un grave error. Es más que probable que te gastes el dinero en unidades que no te gusten o que no se ajustan a tu estilo de juego, o que sean directamente inútiles por los puntos que cuestan. A todos nos ha pasado eso. Salen cosas que molan tanto que te las compras sin reflexionar. Una cosa es caer en la tentación por descuido o porque te molan tanto que te da igual su valor en el juego (me ha pasado más de una vez), y otra por ignorancia culpable. Si "pecas" por no haberte leído tu propio códex, luego no te quejes porque te den para el pelo en el campo de batalla.

7. La ley de Probabilidades es tu amiga


Esto es algo que muchos jugadores, novatos o veteranos, olvidan con frecuencia. Luego achacan sus derrotas a la mala suerte que han tenido en la partida. Muy ocasionalmente puede ser así. Recuerdo una partida que gané sin merecerlo, pero es que mi adversario tuvo una racha de mala suerte totalmente excepcional. Lo normal no es eso, y menos en un juego como Warhammer 40.000, en el que se realizan tantas tiradas de dados que los resultados tienden hacia los promedios. Con esto quiero decir que tienes que preparar tu ejército y tu despliegue de forma que maximices en todo momento el número de dados que tirarás contra las tropas de tu enemigo. Piensa que un vehículo enemigo igual sobrevive al disparo de un cañón láser, pero que será mucho menos probable que lo haga si en vez de uno tienes nueve disparándole.

8. Sé redundante

Este punto es una continuación del anterior, así que no requiere una introducción demasiado larga. La idea es que no te limites a una unidad de un tipo, sino que siempre las uses en parejas. Un solitario Land Raider será el blanco de todos los disparos antitanque de tu enemigo, por lo que será destruido, por lo general más temprano que tarde. Usa dos, por lo menos. Si los puntos no te dan para ello, en tal caso incluye algunos otros vehículos más baratos pero igual de amenazadores. Por ejemplo, un Land Raider incrementará sus posibilidades de supervivencia si avanza apoyado por dos Vindicator. Esto se aplica también a las unidades de choque de otros ejércitos.

9. Usa armas combinadas


No hay nada más paralizador para tu oponente que cuando le planteas tantas amenazas al mismo tiempo, que no sabe a cual responder. Antes de empezar el despliegue elige un punto en el que quieres concentrar toda tu fuerza, enfócate en él y golpea con determinación. No dejes unidades enemigas a medio destruir. Sigue machacándolas hasta que las elimines. Un simple marine con un rifle de fusión te puede destruir un vehículo que necesites para ganar, incluso aunque ese marine sea el último superviviente de su escuadra. Elimínalo antes de que exista siquiera la posibilidad de que sea un peligro. Apoya a tus tanques con infantería, y viceversa. Si no tienes vehículos, como es el caso de los Tiránidos, intenta combinar las distintas criaturas de tu enjambre.

10. ¡¡¡NO olvides los objetivos de la misión!!!


He visto perder partidas a jugadores que han machacado a su oponente, pero que se han olvidado de que la misión le exigía ocupar objetivos o la base enemiga. Mantén tu atención en todo momento en cuáles son los objetivos. No te dejes distraer por situaciones de importancia secundaria. No te disperses. Calcula qué necesitas cumplir para ganar la partida, antes incluso de desplegar a la primera de tus miniaturas, y concentra todas tus energías y tropas en conseguirlo. Ten en cuenta, en todo caso, que no necesitas cumplir la misión en el primer turno, sino en el último. Si puedes y te interesa resérvate el derecho a mover en segundo lugar, ya que eso te dará una última fase de movimiento, disparo y melé, para reaccionar. No intentes ganar en el turno 1. Concéntrate en hacerlo en el turno 6.

Todas estas normas se resumen en una: respeta a tu oponente, pero que no te paralice la idea de que sabe más que tú. Y sobre todo ¡¡Diviértete todo lo que puedas!!

¡Que Fortuna os sonría!

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